miércoles, 2 de enero de 2013

¿POR QUÉ A ELLAS LES GUSTAN MALOS?

De eso va el artículo de esta noche. Se trata de una pregunta ante la cual pueden despertarse diferentes impresiones dependiendo de si eres chico o si eres chica.

Si eres chico, es más que probable que leas este artículo con máximo interés, puesto que, aunque sea en algún momento de tu vida, seguro que alguna vez te lo has preguntado.

Si eres chica, la pregunta te resultará atrevida y negarás que eso sea así, que a vosotras os gusten los chicos malos. Bueno, tranquilas niñas, os lo explicaré.
 
Durante muchos años de mi vida me hice esta pregunta cuando sistemáticamente, casi todos los fines de semana, me volvía a casa del pub o la discoteca sin haberme jamado un güito (traducido: Sin haberme comido una rosca). No era ya sólo que no tuviera cojones a acercarme a una chica (esto es lo que aplicado al fútbol Jorge Valdano denominó "miedo escénico"), si no que rabiaba cuando veía a las chavalinas de mi edad (hablamos desde que empezaba a salir, en tiempos inmemoriables, hasta los 23 o cosa así, momento en el que me dejé de preguntar eso con tanta insistencia, pese a que nunca me lo dejé de preguntar después)....pues eso, cuando veía a los chavales de 18, 19, 20, 21 años...comerse a unos pivones de "toma pan y moja". Resulta que las mejores chicas se liaban siempre con los malotes de turno (en su momento, los llamábamos "bakalas", ahora ya he perdido la pista puesto que esa raza ha derivado en algo raro llamado "canis", "pokeros" o, la versión chulaza, "fanáticos del Jack and Jones", como a mí me gusta llamarlos).
 
Yo no comprendía por qué razón. Era dificil tratar de saber, al menos utilizando la razón o el sentido común, cosa que por entonces yo ya solía hacer, por qué demonios había tías buenísimas, e incluso algunas majas, con semejantes subnormales de gimnasio, piercing, tatus y cabeza rapada o peinado raro estilo mohicano o cosa asi.
 
Fijaos cómo será, que analizando todo esto y, preocupado por mi escasez "goleadora" de entonces, me planteé el ir a clases de baile (yo veía que eso de sacar a una tía a bailar en los garitos vendía bastante y estaba dispuesto a hacer el sacrificio). Finalmente no, me dejé a mí mismo tiempo para evolucionar y cumplir con la mayor máxima en el mundo de la noche: Echarle cojones. Jugar otras cartas, ser yo. Así es como empecé a tener, más o menos, éxito con las mujeres o, al menos, "estar en la pomada".
 
No obstante, a día de hoy, inclusive, pese a que ya sea capáz, de alguna manera, de darle respuesta a esta pregunta que esta noche os planteo, me parece fascinante ver a auténticos pintamonas por la calle con unos pivonacos de "agárrate". Incluso me sorprende, a veces, ver cómo no es únicamente cosa de las niñatas adolescentes de turno, si no de tías ya entraditas en años.
 
Respondamos entonces...¿Por qué a ellas les gustan malos?
 
Cuando supe la respuesta, me dí cuenta de que muchas de mis sospechas eran ciertas. Yo había comprobado como en la franja de edad que va desde la adolescencia (echémosle desde los 14) hasta los 21, aproximadamente, las chicas miran en un chico, casi única y exclusivamente, el físico y el físico, suele venir equiparado, a mí no me chinguen (digo "chinguen" en vez de "jodan" porque suena más internacional y además sé que este blog se lee mucho en Mexico, así que sirva de homenaje a ellos)..pues lo dicho, el físico suele venir, como decía, equiparado a la inteligencia. Cuanto más explosivo o explosiva sea un chico o una chica, más cerebro de mosquito tiene.

Aclaración 1: Ya, ya sé que tú que estás leyendo esto tienes un amigo que está cañonazo y que resulta tener tres carreras y dos masteres, pero estamos hablando en general y, sí, si lo estás pensando, yo soy de los que cree que el topicazo de "rubia tonta" suele ser cierto (no exclusivamente rubia, vaya....pongamos simplemente, "tía explosiva"). De modo que no te sulfures, porque hablamos en general. Es más que cierto que existe gente muy guapa y dotada de una gran inteligencia, faltaría más.
 
Asi que, en resumidas cuentas, suele ser gente con escasa cultura y eso suele ser muy característico de los que la liaban en el cole o en el insti, es decir, de los chicos malos.

Asi que en esa franja de edad, muchas tías, víctimas de esa explosión hormonal, se lanzan a liarse con chicos malos, a cada cuál más malo y, normalmente como consecuencia, a cada vez más buenorro.

Con el paso de los años y, resquemadas por las malas experiencias con estos tipejos, resulta ser que estas tías generalizan diciendo que "todos los tíos son unos cabrones" o se niegan a si mismas diciendo que "ahora quieren estar solas" o "no les apetece meterse en una relación" o "necesitan estar sin nadie una temporada". Posteriormente, al cabo de apenas dos meses, cuando los instintos y la predisposición biológica mandan, estas chicas, que estaban libres como taxis, apagan la lucecita de "libre" y se meten en una nueva relación, normalmente fracasando una y otra vez más, tropezando, una vez más, con la misma piedra.
 
No es, normalmente, hasta los 25 años cuando se da un pequeño salto hacia adelante. Esto no es milimétrico ya que, se supone, ellas maduran antes que nosotros, quienes seguimos siendo auténticos bolos sin sentimientos de encefalograma plano. Es entonces cuando cambian sus exigencias. Es entonces cuando, una vez que ya se han divertido (o, lo que es lo mismo, quemado de idiotas) escogen ya con más tiento, bajando el listón del físico y cazan al chico bueno (aunque preferiblemente con algún ramalazo todavía de chico malo) y es con quien suelen tener una relación más duradera o de por vida (con hijos por medio en el futuro y todo ese rollo).
 
¿Por qué sucede esto? Bueno, yo al comienzo pensaba que era, ni más ni menos, porque las adolescentes se encuentran en un despertar sexual que oferta un indudable y mayor apetito, que, al ser el sexo dominante en esto de las relaciones, ejercían de forma abusiva este poder realizando un proceso de selección más duro que el de las multinacionales americanas, que en el contexto noche, que se busca lo que se busca, se presta más a buscar al tío bueno para un polvo que al príncipe azul, que, dicho sea de paso, en el mundo de la noche no es que abunden los "cerebritos" precisamente, más bien, los retrasados mentales (a saber, la Jenni, la Patri, la Arancha, la Vane, el Oscar, el Pablo, el Rúben, "El Chino" o "El Negro")....Bueno, todo esto que yo pensaba era cierto de alguna u otra manera.
 
Pero lo que realmente nos predispone lo descubrí tras la lectura de uno de mis libros favoritos, "El Viaje al Amor" de Eduardo Punset, mi escritor favorito, mi dios, mi ídolo. Resulta ser que la búsqueda del amor es una cuestión de pura supervivencia en los seres humanos. Si algo nos diferencia de otras especies es nuestra especial capacidad de empatía para con el resto. Necesitamos asociarnos porque, sencillamente, el humano es un animal social.

Dentro de esto está la cuestión hormonal. Los hombres, por ejemplo, tenemos muchísima más cantidad de testosterona que las mujeres por lo que nuestro enfoque, igual que en el resto de mamíferos machos, es de, simple y llánamente, cubrir al máximo número de hembras posibles.

Aclaración 2: Vamos a ver, con esto no estoy justificando que el tío se pueda zumbar a todo lo que le dé la gana y no pase nada porque, claro, es que el pobrecillo tiene mucha más testosterona que vosotras. No, no y no...Yo soy de los que cree que hay algo todavía más poderoso que los instintos y eso es la fidelidad. Tanto decimos una cosa como decimos la otra; los seres humanos somos una de las pocas especies monógamas que existen en el reino animal.
 
En el caso de las chicas, un óvulo se vende muy caro. Ellas, me da igual que tengan 14 años como que tengan 35, lo que quieren es una pareja. Lo quieren desde la más tierna infancia. Están programadas más para la crianza de los hijos, probablemente por ser aún más empáticas todavía que los hombres. Son más sentimentales, son mucho más emocionales que nosotros y no se andan con tonterías...Lo que quieren es al padre de sus hijos, quieren a alguien que las cuide y las de cariño para el resto de sus vidas.

Bien, entonces...¿Por qué si las mujeres buscan esto se van con los cazurros?

En el "Viaje al Amor" Punset explica que esto tiene que ver con las matemáticas. Sí, sí...como lo estáis leyendo. Esto tiene que ver con las denominadas "fluctuaciones asimétricas". Quiere decirse que a la pregunta ¿De quién nos enamoramos los humanos? La respuesta sería de aquellas personas que, dentro de nuestro público, (no se puede pretender que una chica fea, gordita y con gafas de culo de botella se piense que tiene muchas posibilidades de llevarse a la cama a CR7), nos enamoramos de aquellas personas que presentan el menor número de fluctuaciones asimétricas en su cuerpo (es decir, asimetrías entre los dos hemisferios cerebrales, asimetrías se refiere a que tenga la nariz lo menos torcida posible, las orejas lo menos de soplillo posible o la barriga menos prominente posible...) En resumidas cuentas, nos enamoramos del físico y esto es así porque, a priori, la persona con el menor número de fluctuaciones asimétricas, es aquella que, a priori también presenta los mejores genes para procrear (esto lo piensan más las mujeres, pero no sólo) y, como consecuencia y siempre a priori, el aspecto más saludable.
 
Además, hay cosas interesantes como el hecho de que a ellas les atraigan especialmente rasgos físicos como una mandíbula, si no prominente, bien marcada o unas facciones igualmente bien marcadas por encima de un aspecto juvenil o aniñado. Eso se debe a que ellas buscan seguridad, buscan protección en un hombre y, si nos remontamos a los tiempos del hombre prehistórico, este era el aspecto (de mono) que presentaban estos, quienes eran los que iban a cazar y a dejarse el pellejo contra los mamuts y bisontes, mientras las mujeres aguardaban con las crías en la cueva.
 
En el caso de los hombres se dice que la anchura de las caderas de una mujer es algo que nos llama poderosamente la atención a la hora de escoger a una pareja puesto que se supone que tiene más espacio en su útero para albergar una cría, aunque estudios científicos han empezado a desmentir que haya una relación entre ambos aspectos.
 
Aclaración 3: Pero si esto es así, ¿Por qué "La Vane" fracasó en su matrimonio con el merchero que conoció en esa discoteca? Bueno porque por mucho físico que tuviera el pavo, probablemente fuera un gilipollas que la tratara mal y, aunque el amor es ciego, no es tonto, por lo que ese planteamiento inicial, todo lo que comentábamos de las fluctuaciones asimétricas puede chocar después con toda la capa de lo social y de lo emocional. Esto es lógico puesto que no sólo somos biología, también somos psicología.
 
Aclaración 4: De todos modos, si vuelves a escuchar a una chica decir que lo primero en lo que se fija en un hombre es en sus ojos o sus manos pero, ante todo, en que sea buena persona, cariñoso, tenga sentido del humor o la trate bien, tírate con mi permiso al suelo y descojónate porque están mintiendo como bellacas.

Ejemplo práctico de la aclaración 4: Imagínate un pivonaco 90-60-90 preciosa, morenita piel canela y el cuerpo exfoliado. ¿Tú te crees que se iría a la cama con un calvorota gordo baboso que, eso sí, tuviera unas manos perfectas con manicura francesa, unos ojos azules deslumbrantes, fuera el tío más bueno del mundo, el más mordaz y encima la tratara como una princesa? La respuesta es, obviamente, que no (a no ser que tuviera pasta, pero eso ya lo dejamos para algunas modelos de élite).
 
De modo y manera que a la pregunta ¿Por qué a ellas les gustan malos? la respuesta que creo tener esta noche es: Porque buscan a alguien que las proteja y el malote de turno (quienes ya les han entrado por los ojos, por las fluctuaciones y por otros sitios) parece cumplir, a priori, siempre a priori, con estos requisitos hasta que se demuestre lo contrario (no a mucho tardar o, mejor dicho, en cuanto el hombre deje de disimular lo que no es, salga su monstruo sexual y la chica deje de estar encoñada de él cosa que, sorprendentemente, a algunas les cuesta un montón).
 
Aclaración 5: Sí, ya sé que hoy en día existen malotillos más feos que picio. No hay nada más que irse a una discoteca del extrarradio y comprobarlo con nuestros propios ojos ya que "Las Jennis" ya no son lo que eran tampoco (pero embutidas en unos leggins o en unos pantalones rosas brillantes del Pimkie o del BSK parecen otra cosa).
 
Si a esto le añadimos que...¡Qué narices! Prefieren a alguien con caracter antes que a un mindundi sensiblón que se pone a llorar en cuanto La Vane se pone flamenca, que en esto del ligoteo el malo suele ser el que se las da de dificil y que a ellas les gustan los retos, los juegos, y que, de algún modo, los malos parecen dar mucho más juego, suelen ser más duros de pelar que los tontuelos, pués entonces la cama está servida.
 
Pero para lanzar una nota de optimismo a los que no somos malos (todo lo contrario, más buenos que el pan), os diré que, por propia experiencia, valen más los cojones que todo lo anterior. Es verdad que un poco de chulería en plan simpático viene pero que muy muy bien, mientras no sea en plan arrogante, pero también es cierto que a las tías, ya pasado sobre todo en intervalo de explosión hormonal comentado anteriormente y, una vez que ya se han dado varias hostias con los malotillos de turno, buscan estabilidad y, si tú estás convencido de lo que quieres y te sientes seguro, transmitirás esa seguridad a la chica, si además tienes sentido del humor y alguna que otra dote de seducción, está bien claro que ligarás más. Cosa diferente será el mantenimiento, eso ya es de maestros y yo, en eso del mantenimiento parece que soy bastante malo. Muy a mi desgracia soy de relaciones express.
 
Aclaración 6 (y creo que la última): La próxima vez que tu amiga te llame para contarte sus penas porque ha roto con su ex (el cual era un pintas que, además de inflarla a hostias, la ponia los cuernos con dos a la vez), no dudes en ayudarla y apoyarla pero, una vez que esté recuperada, que sea consciente que quién se mete en la boca del lobo, se acaba encontrando con el lobo.
A todas esas chicas que me vienen con el discurso de que todos somos unos hijos de puta, yo les pido siempre que me cuenten brevemente cuál fue su historial porque, entonces, se comprobará fehacientemente que está plagado de chicos malos y, como pienso que el homo sapiens sigue siendo el más inteligente de los animales, te jodes y punto; no haberte metido en la boca del lobo, no haberte encoñado y no haber tropezado con la misma piedra por quinta, sexta o séptima vez. Lo contrario, es minusvalorar al ser humano y a su capacidad de aprendizaje.
 
Bien, amiguitos, pues acabamos de descubrir esta noche un secreto milenario. Ójala Punset, en quién me he inspirado básicamente para revelar este secreto, hubiera escrito "El Viaje al Amor" mucho antes porque yo me hubiera evitado muchos quebraderos de cabeza tratando de darle por mí mismo respuesta a algo que, sólo con sentido común y sin tener ni papa de ciencia, hubiera sido muy dificil darle respuesta pese a que ahora, una vez explicado, parece fácil, ¿no?

No sufras, por tanto, estamos programados para muchas cosas y una de ellas es esta, pero no es algo inflexible: Cojones, personalidad, mucho humor, conocimiento de las mujeres y armas de seducción paliarán el que no seas un mongol, digo...un chico malo.