Poeta como tú: "Yo vs Mundo (absurda batalla)"
YO VS MUNDO
(ABSURDA BATALLA)
" Ahora resulta que los caminos de la vida son embarrados y con baches,
curvilíneos y abruptos dentro de la línea recta que yo trazo en sentido contrario.
Son carreteras con coches kamikaces que vienen y van hacia tí, hacia delante
y por detras, siempre a una velocidad inadecuada, siempre hacia tí y los demás
en su camino...Sin importar.
Yo estoy con el mundo y lucho contra él...Es absurda batalla, es batalla ganada para mí.
La gran fulana abre sus fauces para hacerme caer en ella y destriparla desde el interior.
¡ Cuántas energías malgastadas ! ¡ Cuánta paz y concordia que cae al cesto
como un trapo viejo ! ...Sin importar.
Echo mi mirada atrás en el tiempo, en uno de esos ratos en que me permito un respiro
para vivir y recuerdo como no hace mucho la quietud asolaba mis pensamientos, mas
la problemática reducida al mínimo detalle me hacía libre para ser quien quisiera ser.
Pero hoy salimos a las calles a batallar con el escudo en lo alto tornando la cabeza
para prevenir el ataque de los muertos en vida que te atacan a timón de dentelladas al cuello:
y se cumple así la voluntad de los que siembran el odio, y todos caemos en la espiral
de destrucción, de golpes de martillo, de mazas de madera resonando en las planchas...
Y todo esto...Sin importar.
Esto es la vida de un mercenario; es la defensa siempre ante el ataque y esto ocurre sin importar.
Pero esta es absurda batalla:
No quiero flores que marchiten antes de tiempo.
No quiero soles que se apaguen con la oscuridad de nuestra tenue ilusión,
ni quiero sales que apuntalen las heridas de los caídos.
Es tonta la batalla:
Porque yo soy la ambición creciente; yo soy quien desafía lo establecido.
Yo soy la vida, pero también hiero para la muerte, soy el que nunca miente.
Porque yo soy quien siempre pone trabas, soy siempre la cera caliente.
Yo soy la sádica polémica, soy el que nunca se calla, el que mama sin llorar.
No quiero mieles que amarguen mis labios.
No quiero cielos sin nubes blancas que se tiñan de la negrura de nuestro umbrío corazón,
ni quiero balines en mis cicatrices rodando por mis brazos.
Porque yo soy el oleaje salvaje que se relaja; yo soy mar en calma enbravecido.
Yo soy la claridad, pero también la opacidad, ya que soy quien nadie conoce.
Porque yo soy quien se acostó con la cruenta esperanza y dí a luz a crías sin cerebro.
Yo soy mal vástago de lo que fuí, un guerrero sin cabeza, soy sanguinario como ellos..."
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