sábado, 16 de abril de 2011

Oh, la, la...la vida: "PRIMERA REFLEXIÓN DESPUÉS DE LOS 30".


Se habla mucho de la "Crisis de los 30", aunque también de la de los 40, los 60...Bueno, soy partidario a medias de los tópicos, pero en este caso, se podría decir que mi vida se encuentra en un profundo proceso de cambio.

La felicidad es muy subjetiva. Hay gente que es felíz con poco y hay gente que es infeliz con todo. Yo, sin embargo, creo que estoy en un término medio, a caballo entre una postura y la otra.

Para mí, la felicidad va más allá de lo material. Mi felicidad es vivir todos aquellos momentos y todas aquellas sensaciones que me hagan ser felíz. Mi felicidad, aunque parezca una tautología, es ser, simplemente felíz.

Y ser felíz es para mí, es algo muy dificil...

Parto de la idea de que, podría decirse, que tengo todo lo básico y elemental para ser felíz y eso, estando nuestro mundo como está, ya es un paso de gigante: Tengo un trabajo estable y no exageradamente mal renumerado, tengo una familia, creo que tengo salud, un plato de comida sobre la mesa todos los días, un nórdico que aguanta mis envistes nocturnos y puedo salir a tomarme las copitas que me de la gana los fines de semana, al menos, sin contar las monedas de mi bolsillo...Es decir, puedo concederme algún capricho frecuentemente.

Para algunos, esto basta para ser felíz y, sería muy egoista habiendo gente en el mundo que está palmando de hambre decir lo contrario. Lo cierto es que, pese a todo, considero que no soy una persona plenamente felíz. Si a mi me preguntan que si soy felíz, me veo en la obligación de responder....que no.

Se ha dicho de mí y, yo estoy convencido de ello, que soy un insatisfecho. Yo prefiero decir, que soy ambicioso y que, dentro de que las grandes metas que me he propuesto, las he conseguido, como bien dice aquello de "Cuanto más tienes, más quieres", creo que es poco el tiempo que tenemos en esta vida para no pensar constantemente en ir a más, siendo este sentido de la ambición el sano, pese a que en la misma dirección, pero en sentido contrario, reflejen las luces de los destellos de todos aquellos cuya voraz ambición en sentido negativo destruyen poco a poco el mundo más y más...

En el blog de "El Gato Nocturno" vengo reflexionando sobre temas muy sociales, muy generales, pero que son de un gran calado para mí y condicionan mi relación con las personas.

Se podría decir que este blog es sumamente triste, sumamente crítico, sumamente escéptico. Podría decirse y es así por dos motivos: El primero porque soy de las pocas personas que dice lo que piensa sin pelos en la lengua, sin censura, pero...y aquí está la diferencia, con argumentos, a veces tirando de lo científico, a veces tirando de la ciencia de la calle....La propia vida. Como segundo motivo es bien claro que la persona que escribe estas líneas es de naturaleza escéptica, no pienso que negativa, puesto que estas son las personas cuya energía, para los amantes del karma y todas esas cosas, es sumamente negativa y propagan esa mala energía a los demás. Yo creo que esas personas son incapaces de luchar por lo que quieren y yo soy precisamente de los que nunca jamás tiran la toalla.

Es un momento en mi vida este en el que añoro cuando todos mis problemas eran nimiedades, mi vida estaba hecha y no era yo quien tenía que resolverla. Es este un proceso de cambio en el que me doy cuenta de que todo aquello que antes me satisfacía, ya no me satisface. Es este un momento en el que las personas han dejado de ser de mi confianza, pese a que necesito de las propias personas para cumplir con mis sueños, porque ya no todo está en mi mano y aquello que lo está, no me suele preocupar.

Es este un momento en el que la cuenta atrás me presiona el cuello, pese a que soy amante de romper con las reglas establecidas, pese a que creo que los tiempos los dictamos las personas, aunque, no las circunstancias. Por eso, hay ciertas cosas que tienen su momento ahora, cuando eres joven, porque es cuando más se disfrutan y cuando el disfrutar de ello tiene todo su pleno sentido; y pese a que quizás ya sea tarde para vivir algunos de esos momentos, luchare todo aquello que esté en mi mano para saborearlos y rememorar ese sabor por siempre...

Pero el problema es cuando no todo está en tu mano...Cuando termina la decena de los veinte, parece como si una tormenta invadiera de repente el cielo de tu vida y todo se enrevesara de forma espeluznante. Existe en mí ahora la contradicción entre una madurez como persona, una madurez intelectual, emocional...Y una perpetua adolescencia de la que me niego a desprenderme. Esa doble vida es muy dificil de llevar, pero sí fascinante de conjugar: Me gusta ser una persona irreverente, pero inteligente, sencilla, pero complicada, aparentemente pobre, pero rico de palabra....Me gusta mostrar, como si de un juego se tratara, ese doble perfil que manejo, lejos de hacerlo fálsamente, con gran empatía dependiendo del contexto y dependiendo de las personas sin dejar nunca de ser yo, porque ese soy yo...

La amistad en estos momentos es una fosa común en la que al grito de "¡ Sálvese quién pueda! " todos tratan de buscar su camino contando con los demás, pero sin los demás.

Sin gente de verdad, se acaban las noches de risas, la picardía, el cortejo de perfil bajo, cuasi barriobajero en los bares, pubs o discotecas. No existe la posibilidad de vivir la vida con tu gente, de viajar, de compartir, de ver cambiar a las personas, de levantar y de que te levanten....Porque como decía el poeta "Todos me han abandonado, todos menos mis amigos; pues ¿Cómo me van a dejar? Si nunca los he tenido..." Y es esta una gran verdad, porque, al final de toda esta historia, podemos haber estado más o menos rodeados de gente las noches del fin de semana o los días de entre semana, pero...¿Quiénes han sido a lo largo de tu vida realmente tus amigos?

El amor es un bálsamo a todo lo anterior, normalmente las personas hacemos que sea algo no-complementario, por lo que tiene un fin en si mismo. Pese a ello, sigo pensando que es lo más bonito del mundo. Soy consciente de que el amor me agilipollaría y me haría felíz durante un cierto tiempo hasta que, como es natural, se terminase y por eso, en este momento de mi existencia, busco activamente el amor, lo cual ya, de por sí, es un error, siendo esto algo que se encuentra y no se debiera buscar.
Pero la mala suerte o el saber ya más de lo aconsejable, más bien, hacen que el amor para mí sea como los eclipses de verano, fugaces y breves, quedando encantado de por vida de la belleza de aquel momento vivido...

Y es ahí donde están las sensaciones, es con las personas, donde se engarzan los momentos especiales de esta vida.

Porque tu trabajo, es cosa tuya, está en tus manos.
Porque tu familia, es cosa de Dios, sanos estarán hasta que la divina providencia así lo disponga, sólo has de preocuparte de cuidarla y disfrutarla al máximo posible hasta que tu conciencia esté en paz, porque paz dejes en tu familia.
Porque la sociedad, es la que envenena todos estos espacios de tu vida y, aún así y con esas, en tu mano está el denunciarlo y el actuar como tú quieres construir la sociedad, no como la propia sociedad te demanda, pese a que todos seamos víctima de la dictadura encubierta que gobierna a la misma sociedad.








En estos momentos de introspección, es cuando deseas mirar al cielo y pedir clemencia por todo aquello que no queda en tus manos y que hace que la vida, esos momentos, esos sueños por cumplir, se escapen sin poder remediarlo o sin poder hacer gran cosa para remediarlo.....










"Y se van, y se van y se van, ¿Qué hacer cuándo los sueños se van?"

(Los Suaves. Canción: "Cuando los sueños se van").

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario