domingo, 29 de diciembre de 2013

LAS DOS ESPAÑAS

Uno de los principales problemas que tenemos en este país llamado España es que todavía sufrimos el denominado "síndrome de Estocolmo". No exactamente es así en el sentido literal, ya que no podríamos decir que Franco fuera una secuestrador (quizás sí un secuestrador de libertades), pero puede valernos metafóricamente hablando. Lo cierto es que vivimos anclados en el pasado. Es lógico que en una "democracia" moderna como la nuestra (pongo la palabra democracia entre comillas por razones obvias), nos hayamos quedado todos todavía un poco trillados de las malas experiencias con el tito Paco y tratemos de huir de todo lo que rezuma a aquellos tiempos de manera salerosa. Lo malo de ello es que continuamos incluso utilizando una terminología en España y en el mundo que, además de sonar a algo muy retro, pero sin tintes guays, confunden a la gente porque esas palabras no se identifican con su verdadero significado.

Es decir, que entre otras cosas seguimos hablando de "izquierdas" y de "derechas" en este país (y en otros también, aunque eso de "right/left wing" queda chulo por aquello de que suena en inglés mucho más sofisticado).
 
Pues bien, este artículo es tan serio que sentencia que hasta que no dejemos atrás toda esa mierda, en España nunca tendremos un pensamiento libre que nos haga libres, libres mayormente para mandar a la pandilla "right" y a la pandilla "left" a tomar por el culo de este país, por decirlo de una manera un tanto fina, para cómo habría que decir ya las cosas llegados a este punto en el que o democracia lo ponemos entre comillas o directamente lo llamamos dictadura (encubierta).
 
La izquierda es esa ideología chachi-guay con unos ideales chipirifláuticos e utópicos que pintaban de dramatismo los grandes carteles de la época, llenaban los libros de palabras que daban mazo power y sacaban a la calle a miles de hippie-progres a luchar por los derechos sociales.

La derecha es, sin embargo, esa ideología "realista" que se burla de los hippies y les dice a los ciudadanos que el dinero el la piedra angular, el maná del estado de bienestar, un bienestar basado en lo material, es la enemiga de lo público, la que privatiza y tiene ese tufazo facha que nos recuerda al tito Paco y que no nos chana para nada (pero chico, son los que "ponen orden" en las cuentas públicas).

Una vez escuché en uno de esos debates post-elecciones generales de la tele que "España es de izquierdas, pero vota a la derecha". Probablemente esto haya sido así porque tradicionalmente se les notaba menos que derrochaban la pasta de los españoles; un mal necesario, si se quiere.
 
Pero pensemos por un momentito: ¿Quién representa a la "izquierda" en este país?, ¿El PSOE?, ¿Quién representa a la "derecha" en este país?, ¿El PP?
 
Pues hay gente, una mayoría por increíble que parezca, que todavía sigue pensando eso. Es probable que, siendo el sistema bipartidista porque así ha sido concebido de manera intencionada, haya que clasificar a cada uno de los dos grandes partidos dentro de esas dos grandes ideologías.
 
Y como los dos han demostrado y se han demostrado a si mismas incapaces de representar esos ideales del pasado en la actualidad, emprendieron hace unos años su viaje hacia el centro.
 
Y el denominado "centro" probablemente nos recuerde a los tiempos de Adolfo Suarez, que presidía un partido de centro y que es, a día de hoy (y ya es triste) el referente a seguir varias décadas después. Aquí quiero apuntar que cuando alguien mira hacia atrás buscando tiempos mejores es porque es consciente de que lo que hay ahora es una puta mierda.
 
Total, que como aquello no estaba tan mal visto entonces y que hoy decir que tal partido es de izquierdas o que tal otro es de derechas queda mal y no es progresista, pues lo guay ahora es ser de centro.
 
Y es cierto que en algo tienen razón ambos partidos, ya que si buscan un punto en común, el centro, o llámese el punto X o como se quiera, ambos están justo en ese punto de intersección, el punto en el que nos da igual votar a unos que a otros porque los dos hacen exactamente lo mismo. El uno lo hace con su carita de niño bueno y el otro con su carita de niño hijoputa, pero hacen más o menos lo mismo. Y lo hacen porque es lo que la UE (desunión europea) dicen que hay que hacer o si no...a la puta calle! (de Europa).
 
Siendo esta la realidad, nosotros somos los que seguimos empeñados en percibir y solo percibir, ya que es una cuestión de mera percepción, a estos dos partidos políticos como dos realidades bien diferenciadas, dos entidades aparte.
 
Pues bien, el empeño en seguir anquilosados en esas ideologías del jurásico, de la que se alejan ya bastante tanto PP como PSOE, ha contribuido a que realmente hayamos favorecido el mantenimiento y el desarrollo de esas dos Españas: La España de derechas (PP) y la España de izquierdas (PSOE).
 
Ahí está la lucha, amiguitos, se trata de romper con eso. Se trata de que la confrontación, como si de dos equipos de futbol, Madrid y Barca, se tratasen se quede fuera del debate social, fuera de la realidad, únicamente dentro de los despachos, en la cámara de "representantes".
 
Porque si de lo que se trata es de que los ejecutivos agresivos, los empresarios, los que tienen su chalé en La Moraleja o en Pozuelo sean los de "derechas" (más los viejos conservadores y los adheridos de última hora, normalmente encabronados con la "izquierda") o de que la señora que va a hacer la compra al mercado del barrio, los artistas, los homosexuales o las feministas, por nombrar algunos "colectivos" sean los de izquierdas, entonces sí...estamos en dos Españas.
 
Y en ese juego es en lo que se convierte la política, una carrera loca de cuatro años en la que se trata por todos los medios de inclinar la balanza de un lado o del otro por medio de políticas descarnadas que sigan marcando bien la diferencia entre los unos y los otros. Un ejemplo, hoy: La obsesión del PP en esta legislatura por terminar cuanto antes con la clase social media, un empobrecimiento de la misma en favor de un aumento de los ricos, los de "derechas" con el fin de perpetuar la especie. No hablaremos ni entraremos en este artículo de la infinidad de medidas encaminadas a tal fin.
 
Por lo tanto, estamos en un momento muy peligroso en la historia de este país: O rompemos con la dicotomía entre "izquierdas" y "derechas", por ser algo del pasado, por ser algo irreal (aquí quien manda es la Merkel)  o el perfil de país que tendremos de aquí a un medio plazo se teñirá de un color o de otro (actualmente la tendencia es el azul). Sabemos que si eso ocurre, estaremos abocados a soportar una dictadura real, ya no encubierta, o a revelarnos de manera violenta antes de que eso suceda y tirar hacia el otro lado, con los mismos riesgos que esto conllevaría, exactamente los mismos con diferente cara, la cara amable.
 
No voy a terminar este artículo haciendo una arenga hacia la desobediencia civil, para ello ya escribí otro artículo independiente de una ideología u otra. Esto es un llamamiento a empezar a pensar. No es una cuestión alejada de nosotros, es algo observable en tu trabajo, en tu barrio, en tus lugares frecuentes.
 
Es el momento de pensar en las personas sin corazón que nos gobiernan: Han hilado las condiciones para no hacer posible una respuesta eficaz y contundente por nuestra parte cuando todo se vaya a la mierda. Aún estamos a tiempo, todo depende de ti. Todo depende de que dejes de ladrar en el bar y pases a decírselo a ellos a la cara, antes de que pongan sus perros de presa delante y no puedas hacerlo. Al menos, será el momento de que pienses y concluyas tú mismo, solo a tenor de lo que estás viendo sin que te lo cuente nadie, la calidad humana de estas personas. Lo mínimo que puedes hacer es castigarles con tu voto (eso siempre y cuando no te apetezca pensar...)
 
Romper el concepto de las dos Españas es el primer paso para romper con el poder establecido. El bipartidismo es algo impuesto, no está en nuestra voluntad, pero sí es nuestra voluntad la que puede hacer romper con él, con las dos Españas. Únicamente hace falta saber que esto no lo queremos más y no tener miedo a las alternativas pues, mejorando lo presente, cualquier alternativa es mejor que esta España vomitiva que han creado los que deben morir.
 
Ahora eres tú el que decides si les das muerte o les dejas vivos...(metafóricamente hablando, claro).
 
 
 

sábado, 21 de septiembre de 2013

SALTAR AL VACÍO

Poeta como tú: "Saltar al vacío"



"SALTAR AL VACÍO"
 



"Es esta eterna ambición, que trata de paliar la mansedumbre del pasado.
Es esa desilusión, la que me hace activar el modo automático en la vida.
Es la indiferencia, la que hace que me canse cuando se trata de intentarlo.

 
Mi corazón es el que va a mil revoluciones por minuto y adelanta a mi cabeza.
Si esperas que te tapen los huecos que dejan en él con tal velocidad, puedes morir
sentado en una silla.
Al final, echarse las manos en el pecho y aguantar, es lo único que sabes hacer
y después...mirar al frente y continuar.
 
Sabes que nada fue auténtico. Sabes que si miras desde lo alto del precipicio,
sólo ves el vacío.
Sabes que tapas este camino de penitencia con destellos ilusorios que sólo son lunares
blancos en la opacidad.

No me siento ni triste ni contento, no me siento ni afortunado ni desgraciado.
Me siento un hombre que lucha más de lo necesario, que pelea contra viento y temporal, que mantiene el timón de un barco que navega dando bandazos.
Soy un ganador insatisfecho, un amante capado, una caricia escondida, un lector aburrido, un macarra de terciopelo, un intelectual poco interesado, un cazador solitario...
Soy un hombre que lo sabe, soy un hombre que lo sospecha, soy un hombre que lo ignora...
Soy un animal nocturno, el humo que lo desintegra, el que se queda sólo, el que nunca toca, el dogma de la realidad, el maestro en la calle, la voz quebradora, una palabra que completa...
Soy un hombre que no miente, soy un hombre muy valiente, soy un gran inseguro, soy a quién trato de curar, soy extravertido, soy tímido, soy campechano, soy refinado, soy el que escribe por las noches, soy el gato nocturno que no duerme.

Ayer era negro, luego era gris, llegó a ser blanco...ahora no sé lo que es.

 
Me asomo a los pies del suelo y sólo veo el vacío. No me siento triste, no me siento alegre, no me siento afortunado, ni me siento desdichado...
 
Salgo de caza y regreso con la escopeta cargada, pero ya no me importa.
Escucho mil absurdeces, y únicamente me compadezco.
Me explican algo, y ya sé la respuesta.
Me enamoro en diez minutos, y después me olvido de ella.
Me levanto del diván y por dentro estoy vaciado, pero todo se vuelve a llenar.

Y ya sin inspiración, ya habiendo hablado de todo lo que quería hablar, habiendo escrito miles de palabras, el gato se va haciendo viejo, su pelo pegajoso y sus ojos

se van finalmente cerrando.
 
A sus zarpas el vacío, desde el tejado.
 
Envidio a los que lo tienen resuelto, porque no lo han pensado.
Me dan lástima los que no llegan, porque ya están muertos.
No reconozco a los que son felices, no sé si son cortinas o realidades.
Me alegra ver que todos necesitan a alguien, porque yo sólo me necesito a mí,
hasta que vea la claridad en sus ojos, hasta que sepa que por fin terminó la prueba.
 
La prueba de saltar al vacío sin matarse cuando llegas. Estoy dispuesto a ello...
 
Y es que es este bienestar conmigo mismo, el que me ha hecho entrar en la senda,
es el que me hace ganar tiempo hasta desenredar el ovillo, salir de la madeja
y correr hacia la libertad dejándome atrás replicando y avisando de todo lo que aún quedaba pendiente por hacer.
 
Dejar para mañana lo que no hay por qué hacer hoy, saberse el alumno aventajado
y guardártelo sólo para ti, callar cuando pides gritar, sonreír, aunque sea con ironía,
beberte una copa con estilo, hacer despertar a la gente con tus palabras, ocultas tras
la conversación, seguir con mis ojos los que se van para no volver jamás y sin perder el estilo. Quedarte en la acera sin mirar atrás, arrastrar tus propias cadenas y andar hacia
adelante, en el camino opuesto al de los demás.
 
Perder el miedo a saltar al vacío. Saber que cuando llegues, quizás esté lleno.
Quizás lleno de alegrías, de sosiego, del agua que resbale entre tus dedos,
del tacto de las sirenas desnudas, de las algas rozando tu piel, de todo lo demás...
Quizás quedes levitando en el aire y vagues por vericuetos en la nada, quizás bajes
rápido, impactes y mueras.

Por ahora sólo veo la punta de mis deportivas, cuando no estoy mirando hacia delante

o cuando no miro un poco más abajo, para no ver más de lo mismo, más de lo que sé,
para ignorar al mundo, para estar al margen de él, para perder de vista a los borregos,
para quedarme conmigo mismo...
 
También, seguramente, para no ver más abajo...y ver el absoluto vacío."




viernes, 28 de junio de 2013

VER NORMAL LO QUE NO ES NORMAL

Según yo lo veo, este es el principal indicio de que una sociedad empieza a degenerar: Cuando se confunde lo normal con lo habitual y cuando se ve normal lo que no es normal.

El presente artículo juega con unos conceptos un tanto filosóficos puesto que...¿qué es "lo normal"? ¿quién dicta lo que es o no es "normal"?

Como yo de semántica sé lo que he estudiado o lo que he aprendido a través de la sabiduría popular o del lenguaje de la calle (aunque ahora no es un buen momento precisamente para aprender de ese contexto), prefiero utilizar la definición que da nuestro querido diccionario de la R.A.E sobre lo que se entiende por "normal":

 
 

1. adj. Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural.

2. adj. Que sirve de norma o regla.

3. adj. Dicho de una cosa: Que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano.
 

(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su vigesima segunda edición).
 

A mi particularmente me ha gustado mucho la tercera acepción.

Bueno, pues en España en estos instantes nos encontramos en un estado de empezar a ver auténticas salvajadas como normales y, amigos míos, que una cosa sea habitual no quiere decir que sea normal.

Voy a poner algunos ejemplos que me resultan muy significativos:

Empecé a madurar esto cuando una vez, conduciendo por la "Carretera de los Pantanos" dirección a Cadalso de los Vidrios, una carretera bastante estrechita y con muchas curvas limitadas a un máximo de 60 por hora (si mal no recuerdo), monté una caravana de coches considerable por circular a esa misma velocidad, 60 km/h.

Cuando salimos a autopista, me adelantaron varios coches y me empezaron a pitar de manera furiosa, poco más o menos como si transportara a los cadaveres de sus madres en el maletero y los fuera exhibiendo. Recuerdo especialmente a una chica que estaba de "tomapanymoja" que me hizo con la mano un gesto en plan "estás pisando huevos" a la que correspondí con el deseo de que revisara otro tipo de huevos en mis partes bajas.

Si analizamos esta situación, y dando por hecho de que probablemente sí que pudiera haber pegado el acelerón y haber tomado las curvas a mayor velocidad, el concepto que todos aquellos tocapelotas sacaron de mí es que yo era el que estaba equivocado y que "lo normal" era haber tomado las curvas a 80 por hora, como mínimo.

Pues bien, aunque "lo habitual" hubiera podido resultar eso, eso no quiere decir que, siguiendo a la definición 3 del diccionario de la RAE, ese acto sea necesariamente normal, puesto que no sigue a la norma ajustada de antemano (60 por hora).

Vamos con otro ejemplo:

Nos estamos acostumbrando peligrosamente a ver como "normal" en las empresas el hecho de que un trabajador mileurista (si llega) haga horas extra sin cobrar. Es más, es probable que se viera con malos ojos el hecho de que ese trabajador se largara a su hora estipulada, pongamos a las 19 horas de la tarde (que ya es tarde) y no se quedara terminando lo que tiene que terminar o, yo prefiero decir, lo que debería terminar otro al que no quieren contratar. Es tal la sinrazón que, en el mejor de los casos y, si aquello se volviera a repetir a diario, ese trabajador fuera despedido de la empresa y que ese despido improcedente fuera justificado como falta de implicación por parte del trabajador puesto que, claro, sus compañeros hacen horas extra y, como las hacen, eso que es "habitual" se convierte en "lo normal" con el agravante de que, en este caso en concreto, "lo habitual" viene sesgado por el miedo a hacer porque eso deje de hacerse, para que deje de ser, primero "normal" y después "habitual".

Es, por tanto, un juego sibilino muy recurrente en las empresas.

Un último ejemplo, también personal, como el primero:

En el mundo de la educación se empiezan a dar por buenas situaciones que rozan el más puro surrealismo.

Nunca he llegado a entender en cinco años que trabajé en un colegio de una zona muy deprimida de Madrid cómo cuando uno se quejaba en plena evaluación del bajo rendimiento de los alumnos, especialmente de aquellos que presentaban un desfase curricular, había un grueso del equipo docente que aducía argumentos como "Pobrecito, no les suspendas; bastante hace con la situación que tiene en casa".

Gracia también me hacía cuando, dentro de la mediocridad reinante (no se entienda la palabra mediocridad como ofensiva, vease el diccionario), alguien decía que tal o cual alumno, que realmente en la época de la E.G.B hubiera pasado como un estudiante de los normaluchos, se le tildaba de genio o de "alumno brillante" cuando, en honor a la verdad, esto era poco más o menos como decir que "en el país de los ciegos, el tuerto es el rey". No, yo siempre confié y confio en el potencial del cerebro humano y en la capacidad de esfuerzo y de supervivencia y por eso siempre consideré que ese tipo de comentarios no eran "normales".

No es "normal", por poner un simple ejemplo, que un alumno llegue tarde todos los días a clase porque su madre se queda dormida y, si encima le echas la bronca o le castigas, venga su familia como jauría de lobos a protestar, como tampoco es "normal" que en una Educación Primaria suspenda varias asignaturas o que se dedique a no hacer nada en su casa por las tardes sin que sus padres se preocupen lo más mínimo y todo ello sí se perciba por parte de muchos compañeros de trabajo como "normal" o que se vea "normal" que no se pueda tomar ninguna medida o que se asuma como "normal" que, dadas las circunstancias del contexto, esto es lo que hay y no tiene solución humanamente posible.

En una ciudad como Madrid, capital de España, en un sistema educativo que, a pesar de los recortes, todavía tiene recursos potenciales para apoyar a este tipo de alumnos, no es "normal" que se den estas situaciones de manera tan precoz y que nadie haga nada por muy "habitual" que sea en determinados barrios. Yo, al menos, siempre lo vi así.

Aunque si hablamos de educación, ¡hay tantas cosas que no son "normales"!

Son sólo tres ejemplos de la tendencia de verlo "normal" todo. Esto es algo lógico considerando que desde la clase política dominante ya no se disimula siquiera el robar, engañar, estafar, defraudar o especular, algo que abre la veda para que mentes, de por sí muy arraigadas a la España de los bandoleros y llevadas por el egoismo que reina en la sociedad presente, hagan su "agosto" no dando tickets cuando haces una compra, no informando al cliente de un banco sobre qué tipo de inversiones se hacen con su dinero, no prestándose de manera generalizada un servicio de calidad a los clientes sin que nadie diga ni haga nada, cuando un portero de discoteca le pega una paliza a un chico en una puerta sin ser personal reconocido de seguridad, cuando un trámite burocrático que puede resolverse en diez minutos tarda dos o tres años en resolverse, cuando la clase alta paga los mismos impuestos que la clase media o baja en este país, cuando el fontanero no te quiere cobrar el I.V.A por una chapuza que te ha hecho en casa, cuando la comida no pasa los controles de calidad que debería pasar, cuando se da de alta a un enfermo en un hospital público, cuando los pasajeros del metro de Madrid taponan la salida o cuando montan escándalo en un vagón bebiendo alcohol, consumiendo drogas y chillando sin que nadie haga o diga nada...Y un largo etcétera de cosas que son "habituales" pero que deberíamos empezar a plantearnos si queremos seguir percibiendo como "normales" de cara a construir una sociedad solidaria y responsable.

 

martes, 26 de marzo de 2013

DESOBEDIENCIA CIVIL: RECETA PARA CAMBIAR UN PAÍS.

Estamos ante una de las entradas del blog más atrevidas y ambiciosas. En las siguientes líneas voy a explicar con brevedad la situación actual de nuestro país, tal como yo, y muchos españoles un poquito avispados, la estamos percibiendo, así como una justificación de por qué considero que ha llegado el momento de que la ciudadanía empiece a hacerse responsable de esta situación. Es un llamamiento en toda regla a la desobediencia civil, sin tapujos, claramente y en mayúsuculas. Ha llegado el momento de decir "¡Basta!".
 
Cuando uno habla en términos de desobediencia civil, protesta, rebelión, manifestación, huelga...Esto nos recuerda a otros tiempos en los que la gente avanzaba por las calles con el puño en alto. Esto nos recuerda inexorablemente a movimientos de extrema izquierda.
 
Pues bien, yo os digo que quién siga percibiendo esta cuestión como algo de izquierdas o algo de derechas, está sucumbiendo a lo que la clase política quiere: "Divide y vencerás".
 
Cuando tengo dudas sobre algo, me suelo guiar por mi sentido común y, amigos míos, este puede no ser infalible, pero me suele acertar en el 95% de los casos.
 
Creo que no me equivoco cuando digo que el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue un gobierno chapucero, liderado por un supremo cabezón llamado José Luís Ródriguez Zapatero (ZP) que, bajo mi punto de vista, sacó adelante una serie de leyes y reformas más basadas en el despilfarro barato y en la justicia social según qué ideales que fueron demasiado urgentes para el momento y, como creo que son casi todas las leyes, barniz de un tejado de una casa sin construir.
 
En España y, supongo que en el resto de los países, pues creo que estamos ante un típico comportamiento humano, somos muy de buscar culpables. A ZP se le echó la culpa de una crisis global, no de todos los países, puesto que eso sería faltar a la verdad, pero sí de una mayoría de potencias mundiales.
 
Yo considero que la gestación de esa crisis es algo muy antiguo que tuvo su génesis ya en los tiempos del anterior Presidente, José María Aznar. Lo que hizo ZP y aquello de lo que sí podemos culparle es de saber lo que se avecinaba y de haberse quedado quieto como un pasmarote sin hacer nada.
 
No considero, sin embargo, a ZP como el causante de una crisis; le considero el perpetuador, el que sostuvo y mantuvo esa situación hasta llevarla al límite de que fuera la Unión Europea a través de la Presidenta Merkel (Canciller alemana y Presidenta a la sombra del estado español) le diera el tirón de orejas y le dijera "¡Ey, muchacho! se te acabó el turno; ahora vas a hacer lo que yo te diga".
 
Lo que ha hecho Mariano Rajoy en un año y pico en este país es muy diferente.
 
Si los gobiernos del PSOE han sido habitualmente, y de forma tradicional, un auténtico festival del despilfarro y un estandarte de la inutilidad, los gobiernos del Partido Popular (PP) se están empezando a hacer famosos por ser fehacientemente gobiernos fascistas.
 
Corrupción hay probablemente en los dos bandos y es seguro que va a seguir habiéndola. Que España ha sido una dictadura encubierta, tanto con PSOE como con PP, eso lo tengo claro. La diferencia es que con el Partido Popular en el poder aquella virtud que les caracterizaba en los tiempos de Aznar, aquella de dar por el culo sin que se notara mucho, aquella de robar a manos llenas sin que se notara mucho y aquella de favorecer a los ricos sin que se notara mucho...Bien, pues ahora se nota...y mucho.
 
En apenas unos cuantos meses el gobierno de Mariano Rajoy han menoscabado una serie de derechos fundamentales que tenían adquiridos desde hace mucho tiempo el conjunto de los españoles. Y es que lo de menos ahora es que haya un tipo, que es que se le ve a la legua que es un mangante, llamado Luís Bárcenas. Lo de menos es que toda esa basura le haya salpicado al partido que actualmente gobierna en nuestro país. Incluso lo de menos puede que sean los bajos salarios o el acuciante IVA que se nos ha impuesto.
 
Decir que lo anterior es lo de menos es ser áltamente generoso y condescendiente con el partido del pajarito. Lo cierto es que si nos preguntamos qué es lo de más, nos encontramos con lo siguiente:
 
- Una sanidad pública en peligro de extinción. Sin entrar en detalles yo hoy aquí digo que no hay derecho a que se siga haciendo negocio con los medicamentos favoreciendo a un sector archimillonario como es el sector farmacéutico en detrimento de gente mayor que ha trabajado toda su vida para nosotros y que hoy tienen que hacer malabarismos para pagarse sus medicinas (ya que seguimos en esa política de "más vale curar que prevenir").
 
Digo que no hay derecho a que se esté tratando a los pacientes de los hospitales como números y que sus tratamientos se estén convirtiendo en una carrera loca por tratar de dejar libre cuanto antes una cama en perjuicio de la salud pública, especialmente y, como digo, para los más débiles.
 
Yo digo que no hay derecho a que personas enfermas, con cuidados y necesidades específicas, estén alimentándose en los hospitales públicos (cada vez más abocados a la privatización) de auténtica mierda de catering, igual que en algunas escuelas de nuestro país.
 
Finalmente yo digo que no hay derecho a que los mejores profesionales sanitarios de España se estén marchando fuera a buscarse la vida, que a los que quedan, se les estén recortando hasta la saciedad y que, con ello, se deteriore y se ponga en peligro la calidad y la gratuidad del sistema sanitario español.
 
No valen excusas. Este es un derecho adquirido a lo largo de los años. Me importa tres pelotas cómo funcione la sanidad en EEUU o en otros países en lo que no hay una seguridad social como tal. Esto es España, es un caramelo que se nos puso en la boca durante años y que ahora no se nos puede quitar como si estuvieran jugando a engañar a un crío pequeño.
 
El gobierno de España ahorra dinero en detrimento de la salud de los españoles, ¿para dárselo a quién?
 
- Una educación absolutamente segregada. Se bombardea a la educación pública, que tiende a ser la escuela de los pobres, en pro de instituciones desfasadas en cuanto a su estructura y su ideario como son las escuelas concertadas y se da el beneplácito a las escuelas privadas.
 
El gobierno de España cierra colegios, recorta personal, rebaja el sueldo a sus maestros y profesores y los tacha de imbéciles y vagos. Diseña una ley de educación que perpetua la anterior situación y separa a los tontos por un lado y a los listos por el otro. Favorece que el factor "clase social" se imponga por sistema como un determinante del éxito o el fracaso educativo y el dinero se impone como medio principal para lograr una formación a nivel universitario.
 
El gobierno de España quiere continuar haciendo de la escuela un aparato de socialización en el que se fabrican idiotas poco dotados para que piensen, sólo para que obedezcan. Se preocupan de crear y formar a los futuros gobernantes a base de talonario.
 
- La política del Partido Popular se entreteje con las medidas que desde Europa se nos imponen. Somos lacayos de una economía heterogenea, inadpatada a las necesidades y a los valores productivos de cada país de Europa. Obedecemos las órdenes de los pesos pesados de una desunión europea, de un conjunto de paises disgregados que se rigen por un organismo cuyas cuchillas son afiladas y no utilizan espuma de afeitar: El Banco Central Europeo.
 
Pero el Partido Popular aprovecha la coyuntura para construir su país soñado. Se trata de una política que pretende encaminar a España por la misma senda por la que otros países ya entraron, a saber:
 
- Eliminación progresiva de la clase social media para asentar dos únicos estratos: Clase alta y clase baja. La clase alta domina y la clase baja obedece. Entre medias, se pretenden silenciar y reprimir a los pocos que protesten a base de código penal.
 
No puede haber un control de la macroeconomía sumergida, porque tampoco hay una inspección de la hacienda pública que cuente con los recursos humanos suficientes para perseguirla. Y es que interesa seguir favoreciendo a los que más ganan, que son los que prestan el dinero, los que avalan, los coleguitas del gobierno, yo aún diría más...son ellos los que gobiernan.
 
Y los que gobiernan (las multinacionales, los bancos...) siguen mamoneando con nuestro dinero, evadiendo impuestos, realizando inversiones que en un mundo globalizado empobrecen a otros. Siguen jugando al "Monopoly" con la guita de las personas. El gobierno lo sabe y lo favorece.
 
- Utilizar la manipulación mediática, la propaganda, la mentira y el intervencionismo en el poder judicial: Nunca antes había habido tantos medios de comunicación partidistas como hasta ahora. La mayor parte de las noticias que salen en prensa, televisión y radio están totalmente manipuladas, buscan el sensacionalismo barato, el morbo, la compra-venta.
 
Se niegan cosas en los medios sin presentar pruebas. Se contradice o se lleva a los tribunales casos en los que, por primera vez, los gobiernos regionales están perdiendo la razón y están teniendo que rectificar y volver sobre sus pasos, aún a sabiendas de ello, sólo por ganar tiempo, sólo por dar que hablar y echar humo para desviar la atención sobre los verdaderos problemas.
 
Por todo ello y por mucho más, yo digo que no hay derecho a que diseñen para nosotros un país en el que sólo unos pocos serán capaces de vivir con calidad y en un bienestar económico.
 
Todo lo que he comentado puede ser puesto en duda, puede ser contradecido, pero, desde el punto de vista del sentido común humano, es totalmente concebible, totalmente susceptible de ser una realidad. Tenemos miles de evidencias que nos muestran que todo ello puede que vaya por esa vía. Creo que sólo hace falta tener una mínima capacidad de observación, de objetividad y de deducción para saber que este panorama que he presentado, es más que posible que sea cierto.

Pero la capacidad de observación, de crítica, de poder tomar soluciones alternativas, sólo la tienen, en la práctica, las personas que todavía estamos despiertas.
 
Porque el mayor problema que tiene España no es Mariano Rajoy, ni fue en su día ZP, no es Bárcenas, ni es la sanidad, ni la educación, ni la política interna del Partido Popular, no es Merkel, no es Botín, no es el Santander, ni es Iberdrola...
 
 
 
 
 
El mayor problema que tiene España es la pasividad total y absoluta de sus ciudadanos ante tal situación.
 
Y cuando digo esto, no lo digo en plan de echarnos la culpa a nosotros mismos, no lo digo para echar más fuego al fuego. Lo digo porque emocionalmente ya no estamos preparados, ya no estamos conectados con esa realidad que ellos causan y nosotros permitimos. Estamos abrumados por nuestros propios problemas, estamos desorientados, perdidos, sin rumbo...No sabemos qué hacer. Ejercermos nuestro derecho a la pataleta (a veces) y luego...¿qué?
 
Pero yo os digo que un nuevo mundo es posible gracias a las redes sociales. Nunca antes túvimos tanto acceso a la información como ahora. Estamos conectados unos a otros a través de miles de dispositivos y ya no hay nada que se nos pueda escapar.
 
Allá donde no quieren llegar el resto de medios de comunicación, llega Internet, llegan las redes sociales y es allí donde ellos, políticos corruptos, grandes empresarios, multinacionales, sistema financiero...es allí donde se pierden porque el progreso les supera y sólo son capaces de censurarlo o de cohibirlo, pero se les ha ido de las manos.

Ha llegado el momento de hacernos responsables de nuestro país. Hemos visto que delegar en un atajo de ladrones sin humanidad, con malicia y dispuestos a conseguir sus ambiciosos y egoistas objetivos cueste lo que cueste, es lo que nos ha conducido a esa situación. El proveedor, en este caso el gobierno y sus amigos (o sus enemigos para el caso) no nos solucionan el problema. Si el problema no nos lo resuelven, utilizando el sentido común, decidme...¿Quién nos lo puede resolver? Obviamente, sólo quedamos nosotros, la gran masa.

Pero seguimos anclados en ese pasotismo, en esa vaguería mental, en esa pasividad que hace que esta gran maquinaria nos siga arrastrando a nuestro propio fin. Por tanto y por eso, no creo que ningún sindicato, dependientes del poder, puedan ser capaces de sacarnos de esta. No creo que saliendo a la calle de Pascuas a Ramos, con el permiso del Ayuntamiento de turno, a la hora y en el lugar previsto, vayamos a conseguir gran cosa.
 
Es obvio que necesitamos una organización de organizaciones, de asociaciones, grupos y redes de personas. Necesitamos LIDERES que estén despiertos, que sepan qué es lo que hay que hacer, que diseñen un plan de ataque inteligente, progresivo, dividido en etapas muy marcadas, con acciones concretas, sencillas y bien estudiadas.
 
Necesitamos que esos lideres conduzcan a un grupo de personas y que se asocien con otros grupos y estos con otros y, cada vez más y más, vayamos creciendo, vayamos poniendo ideas en común, de abajo arriba, aprendamos a lo largo de todo un proceso a trabajar en grupo, a cooordinarnos utilizando los medios a nuestro alcance (especialmente los tecnológicos) y que todo ello venga marcado por una quiebra de todo aquello que suponga un atentado a nuestros derechos más vitales. Es, por lo tanto, el primer requisito: La desobediencia civil, cueste lo que cueste, por la vía pacífica, pero sin olvidar que a través del miedo, a través de mostrar hasta donde somos capaces de llegar, ellos lo sientan dentro, ellos vean que estamos igual de jodidamente locos, que sepan que no sería de descartar un atentado hacia su propia integridad física, aunque esta no se produzca, como es deseable y lógico.
 
Se trata, por lo tanto, de una lucha intelectual. Por ello necesitamos lideres...
 
Y aclaro lo anterior: Creo que si intelectuales o personas bien formadas, algunas de ellas que en su día también incluso algunos se dedicaron a la política, son capaces de remover la conciencia, de hablarle claro a la gente y de tener miles de seguidores en las redes sociales, es porque dicen y denuncian en público a través de los medios aquello que está pasando. Y, guiándonos por el sentido común, ¿Quién puede decírnoslo mejor que alguien que ha estado dentro o ha filtreado con la clase política y la conoce bien de cerca? ¿Quién entiende más de medicina, el médico o el Ministro de Sanidad? ¿Quién entiende más de educación, el maestro, o el Ministro de Educación? Probablemente los primeros, aunque lo ideal sería que algún día fuese, como sería de recibo, los segundos, los Ministros.
 
Si entre los propios miembros de la clase política, ya no hay políticos que se precien, lo único que encontramos son ladronzuelos de guante blanco o administradores de empresas privadas llevados a lo público, en donde no debiera primar el interés privado sobre el público...Si los miembros de una mayoría de la clase política dominante (tampoco sería justo generalizar y hablar del 100% de los políticos, de ahí la aclaración), son poco inteligentes, están poco formados y de lo único que saben es del arte de lo pérfido y de la persuasión (porque para ello tienen sus asesores), ¿Qué podemos esperar del pueblo llano del que ya se han encargado ellos de adormecer y de volver cada vez más estúpido? Nada, por ello el pueblo necesita de esos guías, de esos líderes. Pero es el pueblo el que escoge a esos guías y a esos líderes y estos, lo único que necesitan, es tener voluntad y saber canalizar esa desobediencia civil que ha de ser a partir de estos momentos, lo que haga perder el control a los que nos controlan.
 
Después ya vendrán las grandes movilizaciones, las huelgas mediáticas, las mareas verdes, blancas, moradas o amarillas tulipán, pero no antes de plantar cara a los que controlan con pequeños gestos y, ante todo, no antes de que seamos capaces de entendernos, en primer lugar, hablar y escuchar, en segundo y tercer lugar, ¿para qué? para poder coordinarnos en pequeño grupo y así poder asociarnos a otros y tejer toda esa red social que acabe atrapando a las arañas depredadoras a las que nos enfrentamos.
 
Este es, por lo tanto, mi llamamiento a la desobediencia civil, mi llamamiento a perder el miedo arriesgando de menos a más, mi llamamiento a que te impliques, observes, escuches, te unas, hables, discutas, coordines, llames, te asocies, pienses, ataques, te impliques...Progresivamente, de menos a más, de poco a mucho, empezando y cogiendo confianza, con cabeza, con tranquilidad, sin prisas, pero con el objetivo bien claro que es: Terminar con ellos.
 
Finalmente y, utilizando el sentido común, ¿Se te ocurren alternativas? A mi muchas, si estuviera en el poder, empezando por lo económico. Siempre he dicho que, visto lo visto, hasta un niño podría hacerlo  mejor que ellos y, de tal manera, quizás entonces lo suyo sería quitarles primero a ellos. Pero eso depende de ti...

Después ya hablaremos de crear empresas, de invertir en I+D, de ser más competitivos y de generar más beneficios. Lo primero es lo primero.
 
 
 
 
 

viernes, 15 de marzo de 2013

EL DUERO PASA POR "MADRIZ": LA GRAN MENTIRA

Debo reconocer que, desde hará unos cinco meses aproximadamente, llevo sin leer un periódico por las mañanas. Desde entonces, no puedo sentirme más felíz de vivir en la más completa desinformación e ignorancia.
 
Deje de leerlo para no tener que atragantarme el desayuno con noticias como la que aparecieron en el día de ayer en la prensa y que sacaban a la luz los paupérrimos resultados obtenidos por los aspirantes a maestro en la convocatoria de oposiciones correspondientes al año pasado. Más en concreto, se hace eco de las bajas calificaciones en la prueba de "cultura general" en la que algunos prendas dejaron algunas perlitas tal como que el Río Duero pasa por Madriz (con "z").
 
Resulta curioso que una noticia como esta salga publicada en plena ola de corrupción en nuestro país ya que, según me cuentan, existe un menda que se apellida Gurtel (o algo así) que se forró a costa de todos los españoles y que anda muy de moda últimamente en las conversaciones políticas de todo el país.
 
Quizás haya sido el tema "Duero" el regalo post-mortem de una de las personas más maquiavélicas que ha pisado en planeta Tierra, Doña Esperanza Aguirre (D.E.P), una de las promotoras de esta prueba de cultureta que se sacó de la manga no se sabe muy bien con qué intención por entonces, si bien se sospechaba que no otra que la de ridiculizar a sus maestros y alguna otra cosita que después aclararemos.
 
En las siguientes líneas voy a desenmascarar esta gran mentira. No soy yo quién debería hacerlo, ya que no ingresé en el cuerpo de maestros a través de esta prueba, la cuál no existía entonces, pero sí me siento responsable, por alusiones a mi profesión, de aclarar esto en la medida de mis posibilidades y para toda esa gente que es víctima de la política del "divide y vencerás".
 
Las personas que habitualmente siguen mi blog saben que yo soy el primero que me he mostrado áltamente crítico con mis compañeros y, de hecho, ahí quedan varios artículos en los que he censurado la falta de profesionalidad de una parte del colectivo.
 
Ahora bien, una cosa es tener una actitud crítica desde el punto de vista profesional y otra muy diferente es que, de repente, todos pretendamos entender ahora, al igual que de política y de futbol, de educación y nos guiemos por lo que diarios como "La Razón" mostraban ayer en sus páginas para clamar contra un ya desgastado cuerpo docente por el mero hecho de formar parte del caduco funcionariado español.
 
Por lo tanto y, llegados a este punto, realizaré las siguientes apreciaciones respecto al supuesto bajo nivel de los aspirantes a maestro que quedó supuestamente demostrado en la prueba de cultura general tal como supuestamente salió a relucir en el día de ayer en la prensa (todo ello supuestamente, claro).
 
1. Uno de los grandes problemas de la mentalidad española por excelencia ha sido bajo mi punto de vista la doble moral, ese doble rasero con el que medimos las cosas.
 
Las alarmantes tasas de fracaso escolar a nivel mundial nos hacen pensar que estamos en un sistema educativo caduco, anacrónico. Un sistema que, desde hace décadas, ha quedado anclado en la mera memorización de contenidos propios de una cultureta por y para perpetuar un sistema socio económico en el que, como en los tiempos de la Revolución Industrial, unos acababan siendo patrones y otros peones.
 
Aunque corrientes actuales, como las pedagogías basadas en las inteligencias múltiples de Gadner, nos están arrojando luces sobre cómo verdaderamente debería ser el nuevo paradigma educativo del s. XXI, el sistema educativo español permanece sitiado en un anacronismo galopante tanto hoy, como desde hace veinte o treinta años, cuando algunos de esos supuestos maestros zopencos que confunden la "z" con la "d" de Madrid, eran niños y aprendieron las comunidades autónomas por las que pasaba el río Duero.
 
Lo aprendieron entonces y no lo volvieron a estudiar jamás. Se dieron por sabidos estos conceptos y muchos otros en la etapa de BUP y en la carrera de Magisterio.
 
Y es que si revisamos los planes de estudio de las Facultades de Educación, se observa que en todos ellos, no se vuelven a tratar este tipo de contenidos conceptuales, dados por conocidos, si no su didáctica (aunque algún profesor universitario se empeñara también en saltársela, vaya, vaya).
 
La forma de aprender que tuvimos de pequeños y que se sigue teniendo hoy en día es puramente memorística y, pese a que hay conceptos que nunca se olvidan (tablas de multiplicar, por ejemplo), algo tan trivial como el conjunto de comunidades autónomas que son atravesadas por el Duero, de no volver a refrescarse, se acaban por olvidar.
 
Si los conceptos se olvidan, es porque fallan las metodologías y si fallan las metodologías, es porque fallan los planes de formación de los maestros, sí, pero ante todo, porque falla el enfoque pedagógico (si es que tiene alguno) de nuestro sistema educativo y así lleva fallando desde hace años y más años.
 
¿De quién es reposabilidad lo anterior? En primera instancia, de los gobiernos que aprueban esas leyes educativas y esos planes de formación en las universidades públicas.
 
2. Yo me pregunto una cosa obvia, dentro de mi supina ignorancia (pese a que yo sí sé las comunidades por dónde pasa el dichoso río): ¿Cómo se puede preparar un examen de cultura general en el que no se sabe qué contenidos pueden salir? ¿Cómo se puede estudiar para un examen de cultural general que no tiene temario? Eso mismo se preguntaban muchos compañeros de colegio el año pasado antes de presentarse al examen.
 
Algunos se estudiaron el curriculum, otros se repasaron a ciegas contenidos propios de sexto de Primaria, algunos a más y otros a menos conciencia...Cada uno, según yo lo percibí, dió palos de ciego a su manera.
 
3. ¿Y qué nos encontramos? No encontramos con un examen de cultura general elaborado por la misma editorial que en la Comunidad de Madrid realiza las pruebas de sexto de Primaria de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI), prueba que anualmente les cuesta a los contribuyentes miles, miles y miles de euros (supongo que cruditos para la editorial de turno y para el bolsillo de los políticos).
 
Un examen que, según me cuentan, consta de un exacerbado número de preguntas de Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio si lo comparamos con el tiempo permitido para su realización. Se trata más, por lo tanto, de un examen de agilidad y rapidez mental, más que de otra cosa.
 
Veamos, pregunto yo desde la inocencia, ¿Cuántos de los que estamos leyendo esto seríamos capaces de sacar un 10 en ese examen con el tiempo establecido para realizar un resumen de un texto, completar un mapa mudo, realizar numerosos problemas de Matemáticas, varios análisis sintácticos y un largo etcétera?
 
Como nos encanta el doble rasero, muchos contestarían a la pregunta anterior que tal vez no mucha gente no sacara ese 10 pero que un maestro, por ser maestro y tener que enseñar eso, tiene que aprobarlo. Por el mero hecho de ser maestro, digo yo, como una condición innata propia así como la de ser rubio, moreno, alto, delgado o gordo, digo yo...
 
Y es que, como decía al final de esa primera aclaración, la única diferencia entre un opositor a abogado del estado y un opositor de maestro, es esa misma, que uno oposita para una cosa y el otro para otra cosa ya que ambos olvidaron hace años, justo después de salir de la antigua E.G.B muchos de esos contenidos que memorizaron con calzador si no, o al menos, no los tienen frescos en la memoria y no volvieron a refrescarlos ni en la etapa del antiguo BUP ni en la Universidad, incluido el maestro según qué planes de estudio.

Probablemente si el opositor a abogado del estado la cagara en la prueba de cultura general, si la hay, que lo desconozco, eso no saldría en los medios de comunicación. Ahora bien, si lo hace el opositor a maestro, aún con la misma formación al respecto de los contenidos que se demandan en la prueba, se lo comen en los periódicos al cabo de unos meses, eso sí, coincidiendo con algún escandalito de corrupción del partido que gobierna y que rige el sistema de acceso del maestro.
 
4. La cuarta aclaración se refiere a quién realiza la prueba, cuál es el pérfil de profesor que tiene que hacer esa parte de la oposición.
 
Grave sería que un maestro especialista en Educación Primaria, como yo, maestro de Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio, la liara en ese examen poniendo respuestas como las que han salido publicadas. No obstante, ha pasado y puede pasar.
 
El hecho de que un maestro especialista en Música o en Educación Física, quién no debería más que impartir esa área, no sea capáz de recordar, veinte años después, por dónde pasa el río (continuamos con ese ejemplo, como podríamos poner otros), puede que no sea, en esencia, tan grave.
 
Pero el caso es que sí lo es y si lo es, es porque la Comunidad de Madrid ha estado colocando a estos especialistas como maestros de Educación Primaria, les han puesto a impartir clases de Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio, muchos de ellos maestros de inglés que, con el "boom" del bilinguismo en Madrid, conseguían su puesto de funcionario sin ni siquera aprobar las oposiciones o habiendo sacado un 3 como nota final. Todo para ahorrarse un sueldo (especialista y tutor, todo en uno).
 
¿De quién es reposabilidad lo anterior? En primera instancia, de los gobiernos que permiten habilitar a maestros no especialistas en una materia con tan sólo 3 años de experiencia y el pago de una tasa. Eso sí, ahora les exigen que sepan dónde está el puto río Duero. Es decir, ellos crean el monstruo y, cuando el monstruo devora al Doctor Frankenstein, es culpa del monstruo.
 
5. Quinta aclaración: Son ya algunos años en la enseñanza y nunca me he encontrado que ningún profesor, salvo en sus primeros cursos, haya tenido la más mínima dificultad a la hora de impartir los contenidos conceptuales tal cómo son. Cuestión muy diferente son las metodologías empleadas, todavía muy arraigadas al aprendizaje memorísitico, tal cuál es ese anacrónico sistema educativo que tenemos a nivel mundial.
 
6. La sexta aclaración nos lleva a que hay una clara intención por parte de la Comunidad de Madrid de liquidarse a los maestros interinos con antiguedad en pro de las nuevas hornadas a los que, muy parece ser, van a empezar a quitar extras, como son trienios y demás.
 
Se sacrifica, por lo tanto, calidad por y para ahorrar cuatro euros mal contados.
 
Nuestros políticos, por tanto, se han convertido en los meloneros del s. XXI (o eso parece).
 
7. La séptima aclaración es muy obvia: ¿De qué nos escandalizamos? Obviamente, las personas que contestaron burradas en la prueba de "cultura general" de la oposición, suspendieron, no están en nuestras aulas dando clase. Se supone que los que estamos, sí sabemos por dónde cojones pasa el riachuelo de los huevos, ¿no? Pues todos tranquilos, pués.
 
 
En definitiva, podría seguir dando más y más argumentos y, aunque ninguno de ellos sirven para justificar la ignorancia de muchos de nuestros aspirantes a profesores e incluso, más allá, de algunos que están hoy en día en activo en las aulas, sí que explican de forma razonada y sin dobles mentalidades ni dobles raseros por qué ha sucedido esto y por qué ha salido esto.
 
Una maniobra de manipulación barata, un regalito post-mortem de Esperanza Aguirre, una cortinilla de humo, una medida desesperada por seguir recortando de los complementos en el salario de los maestros, cada vez más y más encogido, es lo de menos...
 
Cuando te dedicas a la profesión con mayor índice de depresión del planeta o, al menos, si eres un poco inteligente, sabes que tu principal reto es tratar de mantenerte lo más posible al margen de todas estas cosas en pro de tu salud mental.
 
No me preocupa la hipocresia de la clase política, ya que me han demostrado a mí y a todos los españoles hasta dónde puede llegar su grado de maldad. Se han cubierto de gloria y continuan cubriéndose de gloria cuando cada vez son más y más los que empiezan a ver lo que lleva siendo evidente desde hace tiempo: Que es todo mentira.
 
Lo que realmente me preocupa es ese doble rasero de la sociedad. Me preocupa, tal como en el artículo del político Maquiavelo publicado en este mismo blog, es la parte social de la crisis que estamos viviendo (siempre he dicho que no es una crisis económica, es una crisis social y de valores).
 
Me preocupa que con la que está cayendo, sigamos empecinados en dirigir nuestra ira al punto de mira dónde la clase política, causante de toda esta sitaución, nos quiere llevar: Al funcionariado.
 
Resulta irónico cómo el cuerpo de maestros permanecemos ajenos a las condiciones económicas del funcionariado en muchos aspectos y, a la hora de hablar de funcionarios, siempre se echan las miras hacia los docentes.
 
No conozco ni un sólo profesor que se metiera en un aula a soportar literalmente a alumnos que no quieren estar ahí encerrados, padres sedientos de sangre, equipos directivos camelados y una administración cada vez más enfrentada que ingresara en la profesión para llenarse los bolsillos y disfrutar de tres meses de vacaciones en verano (algo que nunca existió). No conozco, por tanto, a ningún profesor que se haga llamar a sí mismo funcionario.
 
Pero algunos adeptos, más bien ineptos, perdonenme ustedes, siguen igualmente empecinados en comparar desde el dolor que supone estar en el paro o en unas condiciones precarias, a la empresa privada con la empresa pública.
 
No es extraño escuchar en los tiempos que corren gilipolleces del estilo "Tienes suerte de tener trabajo" "No teneís derecho a quejaros" "No daís palo al agua" y, por supuesto, el tema de las vacaciones y de esos tres meses veraniegos que a mí, al menos, me gustaría tener, ya que verdaderamente no me salen las cuentas...
 
Me preocupa que exista gente que, llegado el día en que desaparezcan todas estas grandiosas ventajas que tenemos los funcionarios (ya digo, sólo el resto nos llama así, aunque nosotros ni nos lo creamos), salten de alegría. Será entonces cuando hayamos alcanzado el culmen de mezquindad, la guinda de este pastel envenenado...El día en que unos pobres se enfrenten con otros pobres mientras Karim Benzema se pasea en su descapotable a doscientos por hora, a Botin se la mama una puta o Rajoy se fuma un habano en su despacho viendo como las hormigas obreras se matan entre ellas y sin que a nadie le importe.

A toda esa gente la digo dos cosas a modo de conclusión:
 
a) QUE DEJEN DE LEER EL PERIÓDICO.
 
b) QUE SE SAQUEN EL GRADO DE MAGISTERIO, EN EL QUE NO APRENDEMOS POR DÓNDE COJONES PASA EL RÍO DUERO, SE SAQUEN DESPUÉS ESAS OPOSICIONES CHUPADAS A LA QUE SUPUESTAMENTE SÓLO VAN CATETOS, QUE EMPIECEN A CURRAR Y A DISFRUTAR DE ESOS SUPUESTOS TRES MESES DE VACACIONES VERANIEGOS Y QUE DEJEN YA DE UNA PUTÍSIMA VEZ DE DAR POR EL CULO Y DE CRITICAR!!!!!

Gatonocturno dixit.