sábado, 4 de junio de 2011

Poeta como tú: "¿Por qué hay tantos obstáculos en mi camino?".


A veces, cuando llega el fin de semana y no tienes a nadie con quien compartir tus únicos momentos de libertad condicional, se hace duro. Cuando esto se repite sin que un buen amigo te tienda la mano, sin que el amor llegue a tu vida, te preguntas si tán malo y cruel has sido en esta vida como para merecer que esta sea inflexible y no te conceda la más mínima tregua en esos momentos en los que todos, de alguna manera , nos sentimos sólos, aunque lo tengamos todo, al menos todo lo que en nuestra mano está , no lo que, sin embargo y paradójicamente, no lo está.


¿POR QUÉ HAY TANTOS OBSTÁCULOS EN EL CAMINO?



"Cada noche sin luces parpadeando en mi rostro, son como barreras en mi camino,
como grilletes en mis muñecas, una traba a mi pequeña porción de libertad, que se
me arrebata por parte de los otros, que venden cara mi condición de hombre que
quiere respirar.

Cada día sin tú amor, es como una eterna promesa que nunca se cumple, como una
esperanza que aviva tan rápido su fuego, como rápido se hace pequeñita la llama hasta
que se disipa.¿Tan caro es el precio que he de pagar por pecados que hasta los que
parecen inocentes cometen?

Si cada valla que he de apartar, cada barrera que debo romper, cada soldado que he de abatir...
Si cada uno de los obstáculos de mi estrechito camino de tierra hacen que me canse ya
al final de este sendero negro que conduce hasta la bufurcación hacia mi felicidad...
Si cada vez, todas las veces, se hace fácil la rendición y sencillo parece lo que se presumía
dificil...Claudicar y asumir mi destino.

¿Por qué hay tantos obstáculos en el camino?
Si soy un santurrón que mezcla alegría con odio,
que desgrana semillas de optimismo, con veneno de perdición.
Si soy un intelectual de la palabra que se viene a menos
en una conversación de barra y persigue a las zorras en su habitat.
¿Por qué hay tantos obstáculos en el camino?
Si soy un joven melancólico de tiempos mejores que aguarda
cada vez un aluvión de penas en un saquito para cargar con su futuro.
Si soy un censor de lo corriente que sigue soñando con praderas
sin candados, si ya no creo en pastores y desafío sus golpes de bastón.

Si cada noche que no mezclo ginebra con todos estos ingredientes, son
como un decir "de acuerdo, al menos me quedas tú". Si tú no estás, ni nadie
queda, porque todos desaparecen a la hora de la verdad, cuando más necesitas
de su egoísmo, de su hipocresía, es como si una gran barrera se apostara en el recodo
del camino que conduce a tu destino y quedaras sentado esperando toda la noche
sobre un tronco de un bonito árbol caído mirando a la luna y a las estrellas preguntándote:
"¿Y ahora qué?".

Si cada día, me espanta la idea de ser un ratoncito en una madriguera llena de gatos
que invaden tu terreno sin que tú les hayas dado siquiera tu permiso.
Si las promesas de una mujer se quedan en promesas, si las lianas del amor son eternas
y nunca llegan a un fin. Si todo lo que parece fácil y bonito se convierte en un tratar
de deshacer la sentencia que puso comienzo y final a mi vida sin tí; tú que no eres capaz
de conocerme, tú que no apareces y que te impiden llegar hasta mí; si tú me necesitas y yo
te necesito. ¿Por qué nos poneís barreras en el camino?.

No es más duro el apartar desesperado y a dentelladas los obstáculos que interrumpen el paso,
más duro es hacerlo sólo y parecer que no padezco de la enfermedad cuyos síntomas son
el no recibir el abrazo de un amigo, ni el sentir el calor de tu cuerpo contra el mío...¿Castigo de Dios?

Soy víctima de un complot que yo he mismo me he creado. Soy polvo de una sepultura
que yo mismo he fabricado; pero cuando me revuelvo, soy un hombre, soy humano, soy maravilloso,
soy Dios contra el infierno, soy los océanos del mundo contra el fuego de los volcanes apagando su ardor
que permanece humeante para volver a eternamente reavivarse y...¡Vuelta a empezar!

Mi camino está sembrado de frutos de los que autoabastecerme...Mi camino tiene tierras
fértiles que esperan que plantes en ellas las semillas que hagan crecer la alegría
de tenerte junto a mí y que no escapes, porque quieras estas conmigo,
que siempre te quedes a mi lado y que nunca desaparezcas, pues puedas estar seguro
que jamás yo te abandonaré, ni me saldré del camino, porque al final....¡Ay!, al final...
¡Al final venceré a mi destino!

Mientras, pues...
Me pregunto....

¿Por qué hay tantos obstáculos en mi camino?

Es mi castigo, es castigo de Dios...

¿Por qué hay tantos obstáculos en el camino?

No hace falta darle más vueltas, el castigo es el destino..."









Es como si una gran barrera se apostara en el recodo
del camino que conduce a tu destino y quedaras sentado esperando toda la noche
sobre un tronco de un bonito árbol caído mirando a la luna y a las estrellas preguntándote:
"¿Y ahora qué?".

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