viernes, 23 de septiembre de 2011

EN CONTRA DEL TORO DE LA VEGA

Todos los años, de forma recurrente y cada vez, afortunadamente, más y más, se habla de la famosa polémica de la festividad del Toro de la Vega en el pueblo castellano de Tordesillas. Son varios ya los grupos ecológicos, asociaciones a favor de la defensa de los derechos de los animales, partidos políticos incluso y, como no, particulares que se manifiestan radicalmente en contra de la celebración de esta fiesta.

El destino final de la celebración del Toro de la Vega es su desaparición, tarde o temprano, pués, pese a que queda mucho por hacer en el seno del "paletismo nacional" que nos ocupa, ya son unas cuantas las fiestas populares en las que se han suprimido o "suavizado" los festejos con animales, tales como aquella famosa en la que se lanzaba una cabra desde lo alto de un torreón o muchas de las que presentaban por la noche al toro en mitad de la plaza con los cuernos prendidos de fuego como si de antorchas se tratasen.

Pero lo cierto es que esta fiesta, parece que la más bruta, fruto del paletismo en concreto de una gran parte de paletos de Tordesillas, sigue en pie, no sé muy bien por qué ni me importa, aunque no es dificil imaginar que los beneficios económicos que reporten otros paletos de otros paletos pueblos probablemente sean una causa de la no abolición de esta paleta fiesta. Puede que, y esto sería más preocupante, el alcalde de este pueblo sea el mayor paleto del grupo de paletos de su pueblo, municipio el cual, probablemente tenga gente que se oponga y que luchen los primeros por la eliminación de una masacre que, según tengo entendido, consiste poco más o menos que en cargarse a un toro con una lanza. Perdonen mi paleta ignorancia, ya que no me suelo preocupar de las paletadas de otros paletos, pero es normal hacerse eco cuando uno es aférrimo defensor, aún no fanático, de los animales y de cuando en vez, recibe correos electrónicos desde el mismisimo EEUU de asociaciones de las más importantes a nivel mundial poniendo, y con razón, el grito en el cielo por esta celebración de paletos medievales con lanzas.

El ganador de la edición de este año dijo sentirse, tras acabar con la vida del toro de este año "Afligido" como Cristiano Ronaldo y probablemente tenga razón, porque es muy posible que compartan muchas cosas, una de ellas es segura: Ambos son gilipollas, con la diferencia de que CR7 es un encanto de gilipollas que a nadie hace daño y el otro es un asesino.











Y sí, amiguitos, los maltratadores de animales soís asesinos. No hace falta recurrir a los grandes sabios que pueblan los despachos de las universidades del planeta a preguntarles sobre ello, realmente es tan asesino el que mata a un ser humano como el que mata a un animal. La única diferencia es que nuestra también paleta, egoista, además de retrógada mentalidad de humanos nos hace pensar que somos los únicos que, precisamente, pensamos, que tenemos inteligencia, que somos el ombligo del mundo y que además de cargarnos el planeta con la sobrexplotación de recursos naturales, tampoco viene mal echarse unas risas atravesando con una lanza a un animal más fuerte que un humano mas sin derecho al enfrentamiento face to face sin lanza en ristre con el CR7 de Tordesillas, el pueblo del autor que plagió El Quijote.

Lo escrito en el anterior párrafo suena muy de izquierdas, ¿verdad? Es muy de 15M. Sí, probablemente para todo ese grueso de, a la par paletos, estos quizás menos, estos quizás sólo ignorantes, que simplifican todo el mundo de las ideas en dos colores, rojo izquierdón, azul derechón.

Lo cierto es que es un discurso humano, un discurso del que tiene amplitud de miras más allá de su propio ombligo, un discurso de alguien que se siente responsable del resto de las especies que pueblan este planeta, y no son pocas.

Somos primeros y últimos responsables de los seres vivos que nos acompañan en la Tierra; es obvio que nos avala una inteligencia, una condición de sociabilidad que no es común al resto de las especies animales. Nadie discute que el ser humano ha sido el único capáz de colonizar el planeta y adaptarse al medio a nivel global, pero como tal, no podemos seguir permitiendo malgastar nuestras capacidades en seguir permitiendo a los que no emplean estas para algo más.

Somos responsables de denunciar y luchar por la protección de, esencialmente, los animales y de las plantas. Seguir permitiendo el paletismo de Tordesillas es dudar más y más de la condición humana.

Hoy no vamos a hablar del negocio de la tauromaquia, ni a tratar de convencer a encefalogramas planos que en pleno s. XXI siguen defendiéndola aludiendo a razones tan estúpidas como que el toro ha nacido para morir en la plaza, que no aporta ningún beneficio al hombre, porque su carne no es comestible o que, cuando es apuntalado por el picador a lomos de un caballo, que es tomado como cómplice de la muerte de otro animal, resulta que el ensangrentado toro no sufre.

Si de algo estoy convencido es de que las personas no cambian. No cambian los maniacos, no cambian los maltratadores, no cambian los machistas, no cambian los de derechas, no cambian los de izquierdas, no cambian los rubios, no cambian las morenas, no cambian los locos y, por supuesto, no cambian los paletos.

No cambian las personas individualmente, pero cambia la ideología colectiva. Poco a poco parece estar llegando el final de la tauromaquia en algunas comunidades autónomas, como Cataluña, y esto es algo que nos debe hacer sentir satisfechos. ¿Será este el comienzo del fin del "paletismo nacional"?

En todo ese proceso, dejemos que en un lugar de Castilla (León), de cuyo nombre no quiero acordarme, todavía se siga practicando el medievo recordando que estamos siendo cómplices de un asesinato anual.







Si este artículo te ha movido a actuar, es el momento de hacerlo en el siguiente enlace. No pertenezco a ninguna asociación ni me interesa hacerlo, pero si de algo valiera...¡Hagamos que sea posible!




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