domingo, 28 de agosto de 2011

Poeta como tú: "Una bolsita de infusión".




UNA BOLSITA DE INFUSIÓN

(BYE, BYE THE SUMMER)



" A mi sombra en la arena de la playa
le falta un corazón ardiente de rabia.
¿Y quién lo necesita? Pregunto yo.

Mi rostro se limpia de impurezas,
redes de alta tensión que cruzan
y se destensan después, como cuando
se dilata una bolsita de infusión.

Al río claro que se abre entre los mares
quiero seguir su senda, que linda con el infinito...
Al paso que abren mis brazadas poderosas
quiero notar mi cuerpo como esponja
que de todo se llena, todo lo absorbe.

En el agua quedó la sangre, la envidia y los reproches.
Por el desague en forma de arena se fueron el odio,
las preguntas sin respuesta, y las deudas quedaron al remojo
a la espera de un aceite hirviendo que reavive la llamarada.

En sus cuerpos quedó el erotismo, en sus bocas quedó la miel,
en sus labios perturberantes quedó la imaginación y las buenas ideas.

En su aroma a azahar quedó la noche, en sus calles quedó el caminar,
en sus bares quedó la vida y áparcó por un minuto la juventud guardada.

Sentir como el sol se pega a tu cuerpo, la luna es tu aliada y te sigue
en lo alto de una montaña al horizonte y te acompaña colina abajo
alumbrando el mar, reflejando el camino abierto que dejó tu río.

Y todo es como una una bolsita de infusión que gotea y sus gotas
parecen violar tus oidos de placer, como si acariciasen por su interior.

Y todo queda atrás, cuando la carretera es cruel y te conduce hacia tu senda
cerrada; y te hace olvidar tus promesas que ya nunca se cumplirán
y tu piel se agrieta con el paso de los días
y tu alma muere y se queda sin alma
y tú vuelves a nacer torcido
tras una dulce muerte
comienzas a olvidar,
a olvidar,
a olvidar,
a olvidar....

Y todo vuelve a empezar, la espiral se vuelve a abrir y tu a quedar encerrado dentro de ella.

El corazón del que has sido ahora dotado es un corazón de acero.
Para soportar golpes de martillo, para retumbar a golpes de maza.
El corazón que me he puesto es un corazón ahora puro,
que ríe,
que llora,
que no cree en la felicidad, si no que disfruta de lo que a ella conduce.
Mi corazón es ahora un órgano sano que pronto latirá,
al ritmo de mi reloj.
al son de la vida,
al compás que tú quieras marcar cuando tu mano agarre mi mano
y vuelva a jugar con mi mente a tocar la seda, a deslizar el cuero batido.

Este banco de sensaciones son como un bombo que no para de moverse
y saca la bola cada vez que en el sorteo del destino toca jugar una partida,
toca perder, toca ganar, toca sentir las gotitas de té rojo en mis labios, tocan
las virutas del tilo bajar por mi cuello hasta el fondo de mi estómago
pasando por mi corazón y desliándolo para empezar un nuevo juego.

Y nadar por el río abriendo el camino hacia la dirección siempre tuya
y abrazarse con el sol y enamorarse de la brisa del crepúsculo
y oler en los tubos de escape el olor del naranjo
y saber que nada es eterno
sólo si tu no quieres
ser optimista
y creer en ello,
creerlo,
creértelo,
creerlo..."










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