viernes, 3 de enero de 2014

POLÍTICOS: ¿SON TONTOS O SE LO HACEN?

Los que tengáis gato, el animal del blog, habréis observado en alguna ocasión el tipo de conducta que tienen cuando se disponen a cazar: Se agazapan, buscan el momento, se aproximan paulatinamente a la víctima y, cuando creen que está distraída, se lanzan a por ella desgarrándola sin piedad, la llevan a su rincón enganchada de la boca y allí la torturan y la mastican sin compasión alguna.
 
En este artículo vamos a hablar una vez más de la clase política de este país. En esta ocasión vamos a preguntarnos aquello que mucha gente se ha preguntado alguna vez: ¿Son tontos o se lo hacen?
Partiendo de la base de que cualquiera (supuestamente) podría llegar a ser Presidente del Gobierno y que este es, probablemente, el único trabajo para el que no se necesita ningún requisito, al menos en cuanto a formación académica o en lo que se refiere a experiencia previa, podríamos decir entonces que, en la práctica, cualquier tonto podría llegar a ser presidente (y a las pruebas me remito). No está mal eso o, mejor dicho, no estaría mal si viviéramos en democracia, porque sería el mejor síntoma de ello.
 
Y pareciéndome bien que cualquiera pudiera llegar a tan opíparo cargo, la verdad es que en los últimos años nos estamos empezando a malacostumbrar a dos cosas: O bien a encontrarnos con políticos sin estudios ocupando cargos de responsabilidad o bien a políticos que no son políticos. Voy a aclarar esto último: ¿Alguien me podría nombrar a algún político español de primera plana que tenga terminada (o siquiera empezada) la carrera de Ciencias Políticas? No, son todos abogados o economistas, en el mejor de los casos. Por cierto, curioso que sean de esas profesiones, expertos en leyes (para burlarlas) y expertos en dinero (para acceder a él y/o repartirlo al gusto).
 
Pero si bien en estos años nos hemos reído con la ignorancia de algunos políticos, tal es el caso de Esperanza Aguirre y sus innumerables cagadas, tal el caso de Celia Villalobos con el famoso hueso de cerdo como sustituto del hueso de ternera, tal es el caso de Ana Botella, con el guiñol (títere incluido) del "relaxing cup of café con leche" (podría haber dicho también "relaxing Red Bull" ya para terminar de pifiarla), el "manda huevos" de Trillo, el "gilipollas integral" a Tony Blair de José Bono o la paleta de Leire Pajín. De estos ejemplos obviaremos las barrabasadas con el inglés de todos y cada uno de los últimos presidentes o las gilipolleces que suelta por esa boca el actual, Mariano Rajoy confundiendo el futbol sala con otro deporte o nombrando a otro país encontrándose en otro diferente. Posiblemente en esto último, tenéis la explicación del porque las "ruedas de prensa" de este hombre son a través de una cutre televisión de plasma o el porque de no separarse de su taco de folios en el que pone lo que tiene que decir. ¿Realmente una persona con esa baja autoestima, con ese miedo a cagarla delante de todos puede presidir un país? Yo lo pongo en duda...
 
Y si la muestra representativa que os he ofrecido se refiere a presidentes del gobierno o a ministros, ¿Qué podemos esperar de los alcaldes o concejales de las ciudades o municipios de España? Peor todavía...
 
¿Pero realmente son tontos? Lo dudo mucho...No creo que sean demasiado inteligentes, al menos en lo referido a la denominada "inteligencia social", pero sí son grandes estrategas (o, al menos, sus asesores, aunque algunos de ellos tienen los mismos estudios que la peluquera choni de la esquina). Vamos a poner algunos ejemplos para ilustrar esto.
- Ejemplo 1: ¿Para qué van a escribir un programa electoral si saben que no lo van a cumplir (o no se lo van a dejar cumplir)? Porque salvo "algunas cosas" (como decía el tito Mariano cuando se le preguntaba sobre Bárcenas), lo poco que escribió Rajoy (si es que lo escribió él) en su programa electoral era tan farragoso, ambiguo y confuso, que realmente llego a la conclusión de que estaba escrito de putísima madre, porque no se puede decir que haya incumplido (salvo esas pequeñas "cosas") nada, porque nadie entendió qué es lo que iba a hacer en esta legislatura. Cuestión diferente es lo dicho por esa boquita...ahí si que se le ha pescado en varios renuncios.
- Ejemplo 2: ¿Por qué quitar la Educación para la Ciudadanía de las aulas, proponer enterrar bajo tierra la Educación Artística o la Filosofía según LOMCE? Probablemente porque son asignaturas altamente peligrosas a priori (que no a posteriori) ya que desarrollan el otro hemisferio (el creativo, el de las emociones, el de lo social). No vaya a ser que los chavales empiecen a pensar por si mismos y empiecen a ponerse en contra de lo que hacen los gobiernos.
- Ejemplo 3: ¿Por qué privatizar los servicios públicos? Aparte de por lo económico (la gran razón) porque, como en el caso de la educación, cuanto más amplio sea el espacio entre los que tienen pasta para pagarse los mejores estudios universitarios en un mundo laboral cada vez más loco que demanda más y los curritos que no tienen ni para pagarse la carrera en una universidad pública, mayor es la segregación y al grito de "¡Sálvese quien pueda!" unos se quedaran con los poderosos, la clase alta, y otros rezagados con la clase social baja. Diferencia entre ricos y pobres para engrandecer a los primeros, perpetuar la especie de la calaña política que ahora mismo nos gobierna y sembrar el miedo entre los pobres, cada vez más bajo el yugo del patrón. ¿No nos recuerda esto a la Revolución Industrial? (por ser delicados y no irnos mucho más atrás en la historia). Aplíquese esto mismo a la sanidad, con el agravante de que ahí hablamos de vidas humanas a merced de la cantidad de dinerito que haya en la cuenta.
- Ejemplo 4: Reforma laboral, el gran recodo donde la clase política ha aprovechado para dar rienda suelta a su ideología de extrema derecha (ahora se llama neoliberalismo) y siguiendo las directrices empresariales, se aprovecha la excusa de la crisis (nunca tuvo tanta rentabilidad política una crisis) para aprobar una reforma que agranda ese espacio entre clases sociales del que hablaba hace un rato. Se favorece al empresario y se destruye empleo o el que queda, es restituido en un circuito de "va y ven" para dinamizarlo (precariamente).
-Ejemplo 5: Ley de Seguridad Ciudadana. Me gusta todo menos el adjetivo, yo lo cambiaría por Ley de Seguridad Política (o de la clase política). Una ley lo más nacional socialista (nazi) que he visto en mi corta o larga vida. Una ley que pretende sembrar el miedo entre aquellos que salen a protestar, que no es que de momento sean muchos, las cosas como son, pero que pueden llegar a ser muchos en un momento dado. ¿Y quiénes salen a protestar? No he visto últimamente grandes manifestaciones de empresarios o de banqueros. La verdad es que salen a protestar los pobrecitos míos, aquellos a los que, una vez que queden aislados socialmente, se cabrearán, se encabronarán y saldrán en plan rebelde a ver si le meten a Rajoy el palo por el culo como se lo metieron a Gadafi en Libia y eso no...eso no se puede permitir, de hecho...esta ley va a cortar la posibilidad de raíz.

Son cinco ejemplos que podían haber sido más. Cinco ejemplos que coinciden con la etapa del Partido Popular en el gobierno de España. Tal vez podríamos haber utilizado cinco ejemplos de la etapa de Zapatero con el Partido Socialista, pero hubiera tenido que pensar algo más puesto que si los gobiernos del PP se caracterizaban por tapar las vergüenzas en lo económico y mostrarse tal cual en lo social, las políticas de los socialistas son todo lo contrario: Preciosistas en lo social, desastrosas cuando de manejar las perras se trata.
 
¿Son, por lo tanto, los políticos tontos o se lo hacen? Concluiremos de la siguiente manera:

Los políticos españoles son auténticos minusválidos social y emocionalmente hablando, pero están bien asesorados (algunos de los cientos será algo avispado y sabrá cómo manejar el cotarro, digo yo). Puede ser que, incluso, a alguno de los políticos maquiavélicos que nos gobiernan o que nos ha gobernado se le haya ocurrido esta estrategia. Yo también pongo en duda esto último, puesto que no es ni más ni menos que la copia cutre salchichera de lo que se hizo en su día en los Estados Unidos de América. La diferencia es que, a diferencia de los yanquis, que sí son muy listos y muy espabilados, nosotros somos los torombolos de turno que no sabemos copiar ni con el libro delante. Y si así es la clase política, ¿Qué se puede esperar de la sociedad que han creado? ¿Qué se puede esperar de una sociedad en la que el libro más vendido es el de la Belén Esteban o el periódico más leído es el Marca? Y es que verdaderamente a estos tontos les va a salir la jugada bien porque tienen a otros más tontos todavía a los que engañar y estafar (esos somos NOSOTROS, VOSOTROS los que me estáis leyendo).

Por tanto: ¿Son tontos? Sí, ¿Se lo hacen? No, ¿Por qué no? Porque más tontos somos nosotros, ¿Somos culpables de ser tontos? No, lo son ellos y eso es lo que les convierte en listos, pero no en astutos, como lo es el gato cuando caza, aunque el "modus-operandi" sea, en cierto modo, parecido.
 
 








 




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